Restaurar los ecosistemas. Este es el foco de atención en la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente 2021. Y la forma en la que nos alimentamos tiene mucho que ver con la situación de los ecosistemas. Las tierras agrícolas, la pesca, la explotación de los ecosistemas de agua dulce o la ganadería: la actividad humana para procurarse el alimento tiene una enorme repercusión en el medio ambiente. Por eso, en este 5 de junio no nos podemos olvidar de los sistemas alimentarios. Sobre todo, en el año en el que el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha impulsado una reflexión global que culminará en septiembre con la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios.
Con el lema “Reimagina. Recupera. Restaura”, este Día Mundial inaugura el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas. Distintos organismos internacionales han colaborado para elaborar un Manual de Restauración de los Ecosistemas en el que las tierras de cultivo y los pastizales tienen un lugar destacado.
Las tierras agrícolas ocupan algo más de un tercio de la superficie terrestre del planeta. Son un recurso natural fundamental para la vida. Además de proporcionar alimento a las personas y forraje a las ganaderías, los campos de cultivo y las tierras de pastoreo albergan multitud de especies animales y vegetales que son clave para preservar la biodiversidad. Pero no están exentas de amenazas. El monocultivo, el uso incontrolado de fertilizantes, los pesticidas o el pastoreo excesivo están afectando a la calidad del suelo, a los polinizadores y la vida silvestre y a la calidad de las aguas. Es necesario potenciar los fertilizantes naturales, así como los sistemas sostenibles de control de plagas. La diversificación de cultivos, el mantenimiento de los setos y el pastoreo extensivo pueden ayudar a restaurar la biodiversidad. Existen posibilidades diversas para aumentar la biodiversidad en agricultura. Aquí puedes consultar algunas de ellas.
Los ecosistemas forestales también se ven afectados en muchas ocasiones por la extensión de terrenos de cultivo para la obtención de productos como el aceite de palma o la carne de vacuno. Cada año se pierden alrededor de 4,7 millones de hectáreas de bosque tropical. La conservación de especies arbóreas autóctonas, la protección de plantas y animales silvestres, la regeneración del suelo y el mantenimiento de los aportes hídricos son fundamentales para la regeneración de nuestros bosques.
Los ecosistemas de agua dulce sufren la sobrepesca y la extracción excesiva de agua para distintos usos, además de los efectos de la contaminación por plásticos y productos químicos. Los humedales padecen especialmente cuando son drenados con fines agrícolas. Se estima que una de cada tres especies de agua dulce está en peligro de extinción.
No podemos permanecer ajenos a estas situaciones. Como se explica en la página oficial del Día Mundial del Medio Ambiente 2021, «Tú también puedes proteger lo que queda y reparar lo que ha sido dañado. Seamos activos, no ansiosos. Seamos audaces, no tímidos. Es nuestro momento. Es tu momento».