El gusano cogollero del maíz (FAW, por sus siglas en ingés) es considerado una de las principales plagas vegetales que está causando consecuencias devastadoras en la agricultura y la alimentación. El voraz insecto transfronterizo que ataca el maíz y otros cultivos alimentarios invadió África en 2016 y se ha extendido a más de 70 países. Frente a su avance, la FAO se moviliza para ampliar su respuesta.
Si bien la FAO ha combatido la plaga con buenos resultados a través de la Acción Mundial de lucha contra el Gusano Cogollero del Maíz, el Director General de la FAO, QU Dongyu, señaló que aún quedan muchos desafíos que afrontar a la hora de gestionar la plaga de forma sostenible. Además, reconoce la necesidad de brindar un apoyo mayor a los agricultores.
Según las estimaciones de la organización, la plaga está poniendo en peligro hasta 80 millones de toneladas de maíz con un valor de 18.000 millones de dólares al año en África, Asia y el Cercano Oriente.
Para frenar el avance del gusano FAW, la FAO planea nuevas estrategias de control a nivel nacional y local, presta apoyo técnico a cada uno de los países afectados y promueve el intercambio de información, la cooperación entre países y el uso de tecnologías adecuadas para la gestión del insecto sobre el terreno.
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