Del cultivo celular a nuestro plato: carne criada en laboratorio

Es un hecho: cada vez consumimos más carne. Porque nuestra dieta cambió, también nuestro estilo de vida y porque cada vez somos más personas en el mundo. Y el precio de este consumo es altísimo, ya que afecta el aire, la tierra, el suelo, el agua y la biodiversidad: un escenario perfecto para más pandemias.
Sabemos que la transformación de nuestros sistemas alimentarios es urgente y que la innovación tecnológica es fundamental para el avance de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Pero la tecnología no solo hace aportaciones en el campo con drones, monitorización, etc. Ha llegado el momento del laboratorio y de la carne cultivada, y la pregunta es ¿podrá esta propuesta apoyar a los métodos de producción tradicionales? ¿nos ayudará a resolver algunos de nuestros problemas?
Carne libre de sufrimiento animal
La propuesta ya está sobre la mesa y son varias las empresas alimentarias que ya crean versiones “limpias” de la carne original. Uno de los primeros proyectos realizados fue dirigido por Mark Post en 2016. El investigador de la Universidad de Maastricht (Países Bajos) creó la primera hamburguesa de carne vacuna artificial elaborada en laboratorio a partir de células madre extraídas de los músculos de los animales. Fue un procedimiento de tres meses de duración. Pero han pasado los años, la tecnología se ha acelerado y el precio ha disminuido, igual que el tiempo de elaboración.
De hecho, ya hay novedades sobre su comercialización. La start-up Just se ha convertido en la primera carne elaborada en laboratorio aprobada para la venta al público. Dentro de muy poco, la pequeña empresa con sede en San Francisco (EE. UU.) venderá sus nuggets cultivadas “in vitro” en un restaurante de Singapur.
Carne o pescado de laboratorio
Se trate de carne vacuna, pollo o pescado, los defensores de estas propuestas coinciden en un punto: es una opción más respetuosa con el medioambiente, que reduce el uso de recursos y evita los efectos perjudiciales en el medio ambiente. Además, señalan que reduce el maltrato animal, es saludable e impediría la transmisión de enfermedades entre animales.
Y ¡ojo! porque la carne no es la única opción. Pronto será posible comer pescado sin matar a ningún pez pues la pequeña empresa de San Diego BlueNalu consiguió elaborar pescado en laboratorio a partir de una muestra de grasa y carne de un jurel. El cultivo celular culmina en la impresora, donde se imprimen en 3-D los medallones de pescado, aptos para freír, cocinar a la plancha o al vapor.
Evidentemente, todavía hay un largo camino por andar, pero ya comienzan a escucharse las primeras repercusiones. Y tú, ¿crees que la carne sintética podría ser una buena alternativa para minimizar el impacto de otras técnicas tradicionales de producción? Estaremos expectantes a las próximas noticias.