La tendencia no era buena en los últimos años y la pandemia ha actuado como un lastre. En 2020, entre 720 y 811 millones de personas en todo el mundo padecieron hambre. Es una cifra muy superior a la registrada en 2019. Ese año cerca de 650 millones de personas padecían hambre. Así se pone de manifiesto en El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2021 (SOFI 2021) que acaban de presentar de forma conjunta los cinco organismos de las Naciones Unidas que lo elaboran: FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. Se estima que el año pasado padeció subalimentación cerca del 9,9 % de la población mundial, frente al 8,4 % registrado en 2019.
Con estas cifras se aleja cada vez más la posibilidad de alcanzar el ODS2 en 2030. Es más, según afirmó Máximo Torero, economista jefe de FAO, con las tendencias actuales, la previsión es que en el año 2030 más de 650 millones de personas padezcan hambre. Es una cifra muy alejada del objetivo “hambre cero”. Además de los millones de personas que no saben qué comer cada día, hay que sumar que tres mil millones de personas no se pueden permitir una dieta saludable. La desigualdad de género también se agudizó: en 2020, por cada 10 hombres que padecían inseguridad alimentaria, había 11 mujeres que la padecían (frente a 10,6 en 2019).
Si en algo coinciden los responsables de los cinco organismos que elaboran el informe es en que «no vamos por buen camino» y en que «hay que abordar las causas subyacentes». El director general de la FAO, QU Dongyu, aseguró que «necesitamos urgentemente transformar nuestros sistemas alimentarios para hacer frente a esta situación» y recordó en este sentido la celebración en el mes de septiembre de la Cumbre de Sistemas Alimentarios.
Las causas principales que provocan la inseguridad alimentaria son las situaciones de conflicto, los desastres naturales y la recesión económica. A todo ello se suman en 2020 las consecuencias de la pandemia por covid 19, que ha empeorado considerablemente las cifras. Resulta llamativa respecto de otros años la incidencia en América Latina y el Caribe (60 millones de personas). Más de la mitad de la población subalimentada (418 millones de personas) vive en Asia y más de un tercio (282 millones) vive en África.
En cuanto a la población infantil, según el informe, más de 149 millones de niños menores de 5 años padecieron retraso del crecimiento y más de 45 millones sufrieron emaciación (su delgadez es excesiva para su altura). Por el contrario, casi 39 millones sufrieron sobrepeso.
Máximo Torero realizó durante la presentación un detallado análisis de los datos y afirmó que «necesitamos desplegar esfuerzos sin precedentes para afrontar esta situación». Además, se mostró partidario de un enfoque holístico que huya de las soluciones compartimentadas.
Para luchar contra las causas subyacentes que provocan el hambre y la malnutrición, los organismos de las Naciones Unidas proponen seis vías:
- Políticas que faciliten la ayuda humanitaria y pongan fin a los conflictos.
- Políticas que favorezcan la resiliencia climática.
- Fortalecimiento de los sectores vulnerables de población.
- Intervenir en la cadena de suministros facilitando el acceso a dietas nutritivas.
- Políticas que aborden las desigualdades estructurales.
- Promoción de dietas saludables.
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