La pobreza y las dificultades económicas son el mayor desafío para conseguir, no solo alimentarse, sino hacerlo de una forma nutritivamente adecuada. Así se pone de manifiesto en el próximo informe sobre El estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo 2020 (SOFI), que se presentará en Nueva York el próximo 13 de julio coincidiendo con el desarrollo del Foro Político de Alto Nivel (HLPF).
El tema del informe de este año es: Transformación de los sistemas alimentarios a fin de proporcionar dietas saludables y asequibles para todos. El informe analiza el coste y la asequibilidad de estas dietas saludables ya que según se señala desde la FAO, la calidad de la dieta es un vínculo crucial entre la seguridad alimentaria y la nutrición, que a menudo se pasa por alto, pero que debería tenerse muy presente si de verdad queremos alcanzar las metas del ODS 2 en relación al hambre, la seguridad alimentaria y la nutrición.
El informe abordará también otra interesante cuestión: los costes encubiertos que los hábitos de consumo actuales representan tanto para la sociedad como para la salud del planeta. Se incluyen aquí, por ejemplo, los relacionados con la salud y con las consecuencias del cambio climático. El análisis incluye una comparación de estos costes con lo que ocurriría si modificáramos nuestros hábitos hacia dietas más saludables que tengan en cuenta la sostenibilidad.
El SOFI de este año proporciona nuevas estimaciones sobre el hambre en el mundo y complementa la evaluación habitual con una previsión de cuál puede ser la situación en el 2030 si continuasen las tendencias del último decenio. Teniendo en cuenta que la crisis del coronavirus sigue azotando con intensidad en algunas zonas, el informe trata de prever algunas de las consecuencias que esta pandemia tendrá sobre la seguridad alimentaria y la nutrición.
El estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo es un ejemplo de colaboración entre cinco de los organismos de las Naciones Unidas: FAO, FIDA, OMS, PMA y UNICEF. Se trata de un prestigioso informe que en sus tres últimas ediciones había advertido de que lamentablemente, la tendencia observada desde hace decenios de disminución del hambre en el mundo, se ha detenido. Además aumenta la preocupación por los datos sobre obesidad y sobrepeso. El próximo 13 de julio sabremos con exactitud en qué situación nos encontramos.