Las consecuencias que la crisis de la covid 19 está teniendo sobre los sistemas alimentarios ha centrado este año la celebración del Día de las Naciones Unidas para la cooperación Sur-Sur. Mujeres y jóvenes son los grandes damnificados por la crisis en los países en desarrollo. Así se ha puesto de manifiesto en la sesión virtual conmemorativa en la que han participado representantes de la FAO, IFAD (Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola) y WFP (Programa Mundial de Alimentos) así como diferentes representantes ministeriales y de otros organismos internacionales.
Marie Haga, de IFAD, aseguró que la cooperación Sur-Sur y Triangular (SSTC) es imprescindible para vigorizar la Agenda de Desarrollo y por tanto “debería estar más presente en la agenda política porque estamos convencidos de su potencial”. Jorge Chediek, director de la oficina de Naciones Unidas para la cooperación Sur-Sur, reclamó la mejora de las infraestructuras y canales que permitan este tipo de cooperación “que no tiene que sustituir la cooperación Norte-Sur, sino complementarla”.
Por parte de la FAO, Beth Bechdol resaltó las devastadoras consecuencias que la covid 19 está teniendo por la pérdida de empleos en el sector alimentario. Pidió que se favorezca el diálogo intra e inter regional, la innovación y que se identifiquen y divulguen las buenas iniciativas procedentes de los países en desarrollo.
Aggie A Konde de Aliance for a Green Revolution in Africa puso de manifiesto que la crisis que ha provocado la covid 19 está afectando especialmente a la población joven (menores de 35 años) y muy especialmente a las mujeres. Entre las cuestiones a mejorar respecto de la cooperación destacó la transparencia financiera y la importancia de saber cuándo intervenir y hacerlo en el momento justo. En este sentido señaló que “hay que ser proactivos, salir de la zona de confort y estar preparados. No hay tiempo que perder”.
Entre las experiencias que se compartieron, José Angel Lopez, Ministro de Agricultura de Guatemala explicó el programa cívico que han desarrollado en su país para que los jóvenes lleven alimentos a los hogares de los escolares que no están acudiendo a las clases por las restricciones de la pandemia. En este sentido afirmó que el programa de alimentación escolar ha conseguido que el 50% de los productos procedan de la agricultura familiar.
En las intervenciones de clausura, David Kaatrud, del Programa Mundial de Alimentos (WFP) advirtió de que el número de personas que hacen cola para conseguir alimentos puede aumentar dramáticamente como consecuencia de la pandemia y señaló la necesidad de que las diferentes organizaciones tengan una actitud más dinámica para hacer frente al reto.
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