La granja de pollos que quiere salvar del hambre a Etiopía

Alimentar a las personas de forma sostenible no siempre requiere apuestas novedosas como el Big Data, elaboradas pruebas de laboratorio o los últimos avances tecnológicos. A veces la clave se encuentra en darle una vuelta simple a algo que ya existe. Hoy os traemos una historia que comienza con un huevo: Ethiochicken, un negocio innovador y sostenible que está ayudando a salvar del hambre a Etiopía.
En este rincón árido de África, el 21% de la población es pobre y una dieta rica en proteínas resulta difícil de sostener. Las consecuencias para la salud de las sequías, las grandes distancias y la falta de capacitación de las familias agricultoras son evidentes: desnutrición, problemas de desarrollo y debilidad crónica, sobre todo en niños.
Cuando Ethiochicken comenzó a dar sus primeros pasos, las personas de la región consumían en promedio siete huevos anuales. Hoy, está cifra ascendió a más de ochenta en las regiones en las que opera y la desnutrición infantil ha disminuido de 51% a 38% en tres años.
Una herramienta efectiva para emprender
Desde el 2010, la empresa vende a las granjas locales pollitos de 45 días junto al alimento y las vacunas necesarias para criarlos. Y no se trata de cualquier gallina, sino de una raza capaz de poner más huevos que la gallina típica local y que gana peso de forma más rápida, multiplicando así la productividad de los pequeños agricultores.
Durante los primeros días, un equipo que comenzó con 100 trabajadores (hoy son 1.000) se encarga de vigilar atentamente el desarrollo de los pollitos, además de ofrecer capacitaciones para que sus más de 500.000 clientes puedan criarlos con éxito.
¿Por qué es importante esta apuesta?
Con la venta de pollitos, Ethiochicken inicia una serie de mejoras que se vinculan entre sí.
- La iniciativa acerca proteína de calidad a un precio asequible que contribuye a una alimentación saludable, equilibrada y justa.
- Al tratarse de pollitos, por su tamaño es mucho más fácil ganar capilaridad y así llegar a más granjas.
- Refuerza la seguridad alimentaria en una zona donde las sequías dificultan en gran medida la producción de alimentos. El resultado es una población más resiliente frente a las consecuencias del cambio climático.
- La capacitación que la empresa brinda a las personas agricultoras y la vacunación de los animales permite disminuir las pérdidas alimentarias que usualmente se generan por una mala gestión en la etapa de producción.
- A través de una pequeña inversión, las personas agricultoras pueden obtener alimento de proximidad y a la vez, generar una fuente de ingresos. Estos ingresos se traducen en un acceso a una dieta más variada para una mejor nutrición y permite a los y las etíopes acceder a un mejor nivel de vida, con la posibilidad de apostar a la salud y a la educación.
- El rol de la mujer en este lugar del mundo está muy ligado al hogar, por lo que la crianza de gallinas se convierte en un trabajo que muchas mujeres pueden tener al alcance de la mano, fomentando el empoderamiento femenino y de la mujer rural.
Y tú, ¿te imaginabas que algo tan simple como un huevo podía ser tan poderoso?