Las consecuencias socioeconómicas de la covid 19 amenaza la vida de millones de niños al agravar la inseguridad alimentaria y la situación de hambre y desnutrición. Recientemente varios organismos internacionales han realizado un llamamiento para intentar paliar este problema.
En el último informe de la revista The Lancet se pone de manifiesto que existen graves riesgos para la supervivencia de los niños pequeños en los países de bajos y medianos ingresos. Preocupa especialmente el aumento de la desnutrición infantil, incluida la emaciación, debido a la fuerte disminución de los ingresos del hogar, los cambios en la disponibilidad y la asequibilidad de los alimentos nutritivos y las interrupciones en los servicios de salud, nutrición y protección social. Sobre las previsiones iniciales antes de la pandemia, se calcula que la covid 19 producirá un aumento del 14.3% en la prevalencia de emaciación moderada o severa entre los niños menores de 5 años. Es decir, 6,7 millones más de niños menores de cinco años podrían sufrir desnutrición grave como consecuencia de la pandemia. El 57.6% de estos niños se encuentran en el sur de Asia y el 21.8% en el África subsahariana. Se calcula que 10.000 niños más por mes morirán como consecuencia del hambre y la inseguridad alimentaria.
Cuatro agencias de las Naciones Unidas han hecho un llamamiento para que se adopten medidas a fin de paliar el impacto de la covid 19 sobre la desnutrición y el hambre infantil. En el último informe del publicado por el Programa Mundial de Alimentos PMA, 25 países sufrirán niveles devastadores de hambre en los próximos meses debido a las consecuencias de la pandemia. El mayor riesgo se sitúa en África, los países de América Latina y el Caribe, y en Medio Oriente y Asia, según el análisis de alerta temprana de puntos críticos en seguridad alimentaria
El número de personas con inseguridad alimentaria aguda en estos países en riesgo podría aumentar desde una cifra estimada de 149 millones antes de COVID-19 a 270 millones a finales de año si no se brinda asistencia urgente. Hasta 6.000 niños podrían morir cada día por causas evitables hasta final de año como consecuencia de los efectos de la pandemia en servicios esenciales de salud y nutrición.