Las buenas ideas se comparten: cajas, válvulas o refrigeradores

Tradicionalmente, las familias que se dedican a la agricultura en Bangladesh transportan los tomates que cultivan en su granja hasta el mercado en grandes sacos de malla. ¿Resultado? Que muchas de las piezas llegan dañadas hasta el punto de venta. Si al final de la jornada ha sobrado algún tomate, el viaje de vuelta a casa será una nueva oportunidad para seguir perdiendo alimentos frescos de forma innecesaria.
En FAO se preguntaron cómo ayudar a las familias que tienen pequeñas explotaciones agrarias a resolver problemas como este y encontraron en la tecnología un gran aliado. Sí, en tecnología digital. Pero no hablamos de drones para diagnosticar el estado de una cosecha o aplicaciones para controlar el estrés hídrico de los cultivos, sino planos de herramientas y equipos que se ponen a disposición de las agricultoras y agricultores locales para que ellos mismos las fabriquen. Una propuesta tan simple como eficaz.
13.000 descargas: el secreto de una caja de madera
Hablamos, por ejemplo, de una caja de madera de uso múltiple. Es un elemento de construcción sencilla que las familias agricultoras pueden fabricar con elementos que tienen a mano ayudándose con los planos e indicaciones adecuados. Así, la caja que han construido les permite llevar sus tomates hasta el mercado en mejores condiciones, evitando las pérdidas y minimizando el desperdicio. De hecho, la misma caja puede utilizarse para el transporte, el manejo, el almacenamiento y la exposición de productos para la venta al por menor, eliminando también la necesidad de trasladar los productos de una caja a otra.
Para algunos puede que esta caja de madera no tenga un gran valor, pero en la realidad de gran parte del planeta, un elemento como este está facilitando el manejo poscosecha de frutas y hortalizas, está evitando que el alimento sufra daños y limitando el desperdicio alimentario. Prueba de su eficacia es que este diseño, ofrecido por FAO, es muy popular en los mercados de Sudán y Tailandia. Y es que, además de resultar práctico, es sencillo de fabricar. De hecho, sus planos se han descargado 13.000 veces en menos de dos años y se calcula que, en algunos países de Asia meridional y sudoriental, el uso de estas cajas para el transporte ha reducido las pérdidas de hortalizas y frutas hasta un 87 % y ayudado a reducir el uso de bolsas de plástico de un solo uso.
¿Qué construimos hoy? Riego, transporte, refrigeración
Las cajas de madera se han multiplicado. Pero no son, ni mucho menos, el único elemento cuyos planos están disponibles. FAO ha incluido en este servicio múltiples herramientas que van desde envolturas para guardar alimento a válvulas para sistemas de riego o paneles fotovoltáicos. Uno de los últimos diseños que se incorporaron a la plataforma es un centro de refrigeración de leche en contenedores. En general, son elementos que utiliza la propia organización internacional en los proyectos que impulsa en todo el planeta.
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