Liberando el poder del mijo: un amuleto olvidado que necesitamos volver a poner sobre nuestros platos

¿Qué tal si te dijera que existe una pequeña semilla que tiene el potencial de mejorar tu salud y la del planeta? ¿Suena demasiado bueno para ser verdad? La historia nos ha demostrado que las cosas más pequeñas pueden tener un impacto increíble en el mundo y cambiar la vida de millones de personas. Y ese es precisamente el concepto de la Bóveda Global de Semillas, un centro de recursos genéticos ubicado en Svalbard, Noruega, que aloja a -18 grados Celsius las semillas del mundo que podrían alimentar a las generaciones del futuro.
La pérdida de variedades de cultivo es una preocupación importante, ya que reduce la diversidad genética y aumenta la vulnerabilidad a enfermedades y a los efectos del cambio climático. Por eso, las semillas olvidadas que se utilizaban en el pasado y que rara vez se cultivan hoy en día son tan valiosas. Sí, la clave para transformar nuestros sistemas alimentarios puede estar en algo tan diminuto como un grano de mijo.
Un alimento poderoso y lleno de potencial
Cada año, la FAO busca soluciones a los retos que preocupan a los pueblos de todo el mundo, lo que la ha llevado a dirigir las investigaciones, acciones y propuestas hacia nuevas formas de consumo y producción de alimentos sostenibles, que a su vez sean ricos en nutrientes y viables para su siembra en gran parte del globo.
En marzo del 2021, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que 2023 fuera el Año Internacional del Mijo para concienciar sobre las numerosas ventajas de este cereal y fortalecer la interacción entre la ciencia y las políticas públicas, además de empoderar a las partes interesadas para que actúen y establezcan nuevas asociaciones.
Un cereal clave para transformar a nuestros sistemas alimentarios
El mijo es una denominación genérica que abarca varias especies de cereales de grano pequeño propias de tierras secas. Se cultiva principalmente en Asia y África, con la India como principal país productor, seguido de Nigeria, el Níger y China. Es una de las primeras plantas domesticadas por la humanidad y aún constituye un cultivo básico tradicional en parte del África subsahariana y Asia. Aunque se trata de un cultivo olvidado e infrautilizado, contribuye él solo al cumplimiento de seis Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030:
- ODS 13: Acción por el clima
- ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres
- ODS 2: Hambre cero
- ODS 3: Salud y bienestar
- ODS 8: Trabajo decente y crecimiento económico
- ODS 12: Producción y consumo responsables
Las y los expertos en alimentación creen que puede convertirse en un cultivo fundamental en los sistemas alimentarios mundiales, gracias a su gran capacidad para mejorar los medios de vida de los pequeños agricultores, facilitar la nutrición y sostener el medio ambiente. ¿Nos acompañas a liberar su potencial?
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Fomenta una agricultura resiliente al clima
Este cereal tan pequeño muestra una fortaleza increíble: es capaz de crecer en tierras áridas con una necesidad mínima de recursos y mantenimiento, es tolerante a enfermedades y plagas y su resiliencia frente a las perturbaciones climáticas es superior a la de otros cereales. De hecho, es casi inmune al cambio climático y resiste suelos pobres, sequías y condiciones de cultivo severas. Además, se adapta a diferentes entornos de producción, sin grandes necesidades de fertilizantes y plaguicidas. Suena a que es justo lo que necesitamos, ¿no?
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Combate el hambre y contribuye a la seguridad alimentaria y la nutrición
La seguridad alimentaria tiene un gran enemigo: la temporada seca. Sin embargo, el mijo es casi el único cultivo que puede cosecharse en ese periodo. Por eso, es un buen candidato para superar la escasez de alimentos en períodos muy difíciles, contribuyendo a la seguridad alimentaria y la nutrición de las poblaciones vulnerables.
¿Que el suelo es muy pobre? No hay problema, el mijo le hace frente a esto también. Porque tiene el valor agregado de que no consume en exceso los nutrientes del suelo y es capaz de cubrir el suelo en las zonas áridas, reduciendo el aumento de la degradación de los suelos y fomentando la biodiversidad y la restauración de la tierra. ¿Te lo imaginabas?
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Es un componente clave de una dieta saludable
Incorporar el mijo a nuestra dieta puede proporcionarnos alternativas nutritivas y saludables al grano refinado que nos resulta tan habitual. El mijo es considerado un “nutricereal”, ya que es una buena fuente de minerales, antioxidantes, hierro y proteínas. ¡Y es muy versátil! Ya que se adapta a los requerimientos de muchos perfiles nutricionales. Por ejemplo, al poseer un bajo índice glucémico y ser libre de gluten, representa una opción muy asequible para personas con diabetes o que sufren intolerancias.
Pero hay algo más: como grano entero, cada variedad de mijo proporciona diferentes cantidades y tipos de fibra. Por si no lo sabías, la fibra alimentaria desempeña un papel en la regulación de la función intestinal, los niveles de lípidos en sangre y la saciedad.
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Mejora los medios de vida de los y las pequeñas agricultoras
Esta combinación de resiliencia frente al cambio climático y su capacidad de adaptación lo convierten en una herramienta clave para reforzar la seguridad alimentaria e impulsar el crecimiento económico. Apostar al mijo crea fuentes adicionales de ingresos para los pequeños agricultores, mira sino la historia de Pudi.
Pudi es una mujer india que vive en el estado oriental de Bihar y aunque apostó al mijo para alimentar a su familia, hoy su cosecha prosperó tanto que ya puede vender los excedentes en el mercado. Hace unas dos décadas, la comunidad había abandonado prácticamente el cultivo del mijo debido a las tendencias del mercado, lo que provocó una pérdida de las semillas y de los conocimientos sobre cómo cultivarlas.
La implementación del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura hizo posible que más personas como Pudi volvieran a cultivarlo. Esta iniciativa de FAO trabaja para ayudar a los agricultores de los países en desarrollo a salvaguardar y utilizar la diversidad fitogenética para la seguridad alimentaria y hacer frente al cambio climático.
La ventaja es que volver a apostar al mijo no nos resulta totalmente ajeno. En algunos lugares del mundo significa recuperar parte del patrimonio cultural, ya que se trata de un alimento muy arraigado en la cultura y las tradiciones de los pueblos indígenas. Por lo tanto, supone un cultivo estratégico para garantizar la seguridad alimentaria donde esta relevancia cultural está presente.
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Mejora la diversidad de los sistemas alimentarios
¿Sabías que el mijo representa menos del 3 % del comercio mundial de cereales? En este momento, el comercio mundial ha conseguido que todos comamos lo mismo: trigo, maíz y arroz. Así que apostar solo a estos cereales hace que la producción y la demanda de otros como el mijo disminuya.
Por eso, si volvemos a darle a este cereal poderoso el lugar que merece, conseguiremos también un comercio mundial más resiliente y menos vulnerable a fluctuaciones, porque abriremos el abanico a otras opciones que nos permitirán garantizar la disponibilidad de alimentos. En este sentido, cultivarlo de forma sostenible se convierte en una valiosa opción para incrementar la diversidad de productos, reducir la dependencia hacia otros cereales y mitigar los riesgos que se relacionan con la producción de alimentos.
Son muchas las ventajas del mijo, ¿no? Este es su año, pero necesita que lo pongamos sobre nuestros platos. ¡A sumarlo a la lista de la compra!
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