Con cierta satisfacción por el trabajo realizado durante la Precumbre, pero con la certeza de que no se puede demorar la acción. Así concluyó un encuentro en el que han participado más de 500 delegados de forma presencial y otros 20.OOO en formato virtual. Este encuentro es preparatorio de la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios que tendrá lugar en septiembre en Nueva York, convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres. Su objetivo es determinar en qué forma se han de transformar nuestros sistemas alimentarios para que se puedan alcanzar los ODS en 2030.
Unidad en la diversidad. La Vicesecretaria General de la ONU, Amina J. Mohammed, en su discurso de clausura afirmó que «la comida nos une como cultura y como comunidad. Puede unirnos en torno a las soluciones. Pero está claro que no hay una solución única para todos. Nuestra diversidad es nuestra fuerza y refleja la complejidad de nuestro mundo». No evitó referirse a «quienes están fuera de esta sala y no porque asisten a través de las pantallas» en clara alusión a los sectores críticos con el desarrollo de los trabajos de la Cumbre y añadió que «podemos estar en desacuerdo, pero todos deberíamos estar en esta sala». También afirmó que «todo lo que hagamos debe incluir siempre a aquellos que están en el centro de nuestros sistemas alimentarios: los pequeños productores, los pueblos indígenas y especialmente las mujeres y los jóvenes».
Llamamientos a la acción. El Director General de la FAO, QU Dongyu, señaló que se necesita urgentemente un enfoque integral y coordinado para transformar los sistemas agroalimentarios y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 sin dejar a nadie atrás. Gilbert Houngbo, presidente del FIDA, afirmó que la acción es clave y que hay que empezar a ejecutar, pero que la urgencia es tal que se corre el peligro de dispersarse. Y como ya ocurriera en la inauguración, una de las intervenciones más emotivas fue la de David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos, para quien «el reloj sigue corriendo, los niños mueren de hambre. Hay gente que usa la alimentación como arma de guerra, pero aquí sabemos que se puede utilizar como instrumento de paz. Los sistemas alimentarios importan. Nunca tiraremos la toalla».
Sistemas alimentarios más inclusivos. En diferentes intervenciones a lo largo de las tres jornadas de la Precumbre, los participantes han reclamado que los sistemas alimentarios se transformen para que sean más inclusivos. Se ha reclamado mayor reconocimiento para los derechos de tenencia de la tierra, los derechos de los pueblos indígenas, las mujeres y los jóvenes. Jemimah Njuki, directora para África del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias IFPRI afirmó que una de las cuestiones clave que hay que abordar es «cómo apoyar a las agricultoras a pequeña escala, cómo asegurar que tienen los recursos productivos que necesitan para transformar los sistemas alimentarios, cómo asegurar que tienen derecho a la tierra que cultivan».
David Nabarro, asesor para los Diálogos de la Cumbre, señaló en la jornada de cierre que «se escuchan diversas voces, se exponen las tensiones y se avanza en acciones conjuntas». La próxima cita en Nueva York, septiembre 2021.