Mejorar la relación entre alimentación y clima: la Declaración de Glasgow

El clima está cambiando. Y población mundial, creciendo. De hecho, según datos de la ONU, en 2030 seremos 8.600 millones de personas en el mundo. Mientras tanto, el cambio climático amenaza nuestra capacidad para alimentar a todas las personas que habitamos el planeta, erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible. ¿Cómo haremos para enfrentar todos estos desafíos? Para contrarrestar el calentamiento climático desde la agroalimentación sostenible, IPES-Food y Nourish Scotland lideraron a principios de 2020 una asociación para redactar la Declaración de Glasgow sobre la Alimentación y el Clima.
El lanzamiento público tuvo lugar el 14 de diciembre de 2020 y contó con la participación de las ciudades de Barcelona, Glasgow, Milán, New Haven, Quito y Surakarta, así como la FAO y el Gobierno de Escocia. “De cara a la COP26, el mensaje de Glasgow es que la justicia climática y la justicia social son inseparables”, señaló Susan Aitken, líder del Consejo de la Ciudad de Glasgow.
La declaración compromete a las autoridades locales de los firmantes a reducir los gases de efecto invernadero relacionadas con los sistemas alimentarios urbanos y regionales en el marco del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Teniendo en cuenta los puntos de vista de los actores clave del sistema alimentario, las autoridades renovaron sus compromisos de desarrollar políticas de alimentación sostenible, promover mecanismos de acción conjunta y pedir a los gobiernos nacionales que sitúen la alimentación y a la agricultura en el centro de la respuesta global a la emergencia climática.
El equipo del CEMAS ha tenido el honor de formar parte de esta declaración a través de una presencia activa e interviniendo en las sesiones preliminares. Marta Alandí Palanca, Técnica de la institución, afirmó que ésta pretende ser “un engranaje más que sirva para poner en marcha este gran mecanismo que facilita la consecución de los objetivos planteados en las diferentes iniciativas futuras”.
La Declaración de Glasgow ha permitido al CEMAS el desarrollo de parte de sus objetivos troncales, como conectarse con otras ciudades y organismos que también trabajan en temas de alimentación sostenible, además concienciar y divulgar los importantes temas globales vinculados a la alimentación, especialmente los sistemas alimentarios saludables y sostenibles en las ciudades.
“Los gobiernos nacionales deben empezar a actuar situando a la alimentación y agricultura en el centro de sus agendas. Sus acciones son clave para abordar la emergencia climática que vivimos actualmente”, agrega Marta.