Yoshihide Endo: “Las características agrícolas únicas que poseen los SIPAM no pueden desaparecer”

En el planeta existen espacios únicos de otras épocas que son más relevantes que nunca. Cápsulas en el tiempo tan perfectas y complejas que han sido capaces de alimentar de forma sostenible a comunidades enteras a lo largo de los siglos. Un saber hacer ancestral como el que atesoran estos impresionantes paisajes no puede pasar desapercibido. Hablamos de ello con Yoshihide Endo, coordinador de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), una iniciativa que destaca la importancia de las zonas que combinan biodiversidad, ecosistemas resistentes, tradición e innovación de forma única.
¿Cuál es el principal objetivo de los SIPAM?
Al designar las características únicas de los sitios SIPAM, apuntamos tanto a su conservación como a su desarrollo, incluidas las comunidades rurales. La designación es solo uno de los pasos para lograr este objetivo.
¿Qué impacto tienen los SIPAM en las comunidades locales?
El principal impacto intangible de los SIPAM es doble. La primera de las consecuencias es concienciar a los agricultores locales y a las partes interesadas de la importancia de sus sistemas. Están muy motivados para mantener los sistemas agrícolas y aumentar su valor, algo que tiene una gran repercusión.
La segunda de las principales consecuencias de los SIPAM es que otras personas ajenas a ellos podrían darse cuenta del valor de estos sitios, poniendo en el foco la importancia de estos sistemas que, durante mucho tiempo, han permanecido ocultos.
¿Hay resistencia por parte de las comunidades locales? ¿No lo ven como un freno a su desarrollo?
No hemos constatado ningún tipo de resistencia y, probablemente, una de las razones sea que fomentamos la comunicación en todas las fases del proceso de elaboración de la propuesta. Pedimos a los gobiernos locales que expliquen a su ciudadanía la iniciativa SIPAM y lo que ocurrirá si el lugar es designado como tal. En todas las etapas, la población local es consciente de lo que ocurrirá tras la designación.
Algunas personas podrían pensar que, una vez designado el SIPAM, no pueden llevar a cabo ninguna actividad innovadora o nueva. Sin embargo, gracias al mencionado consentimiento informado previo, los agricultores locales entienden perfectamente lo que ocurrirá tras el nombramiento. En realidad, pueden implementar continuamente actividades innovadoras, siempre que se mantengan las características únicas originales del SIPAM. Así lo entendemos por nuestra parte, y animamos a seguir este proceso de consentimiento informado a cada país miembro que presente una propuesta.
¿Cómo identifica y selecciona la FAO los sistemas agrícolas que forman parte de los SIPAM?
En realidad, la FAO no selecciona los SIPAM. La FAO nombra un órgano de expertos compuesto por nueve miembros, el Grupo de Asesoramiento Científico (SAG, por sus siglas en inglés), y les pedimos que hagan evaluaciones y tomen la decisión final. Por otra parte, el nombramiento de los miembros del SAG es responsabilidad de la FAO, al igual que el proceso de designación.
Para que un lugar sea designado como SIPAM, debe cumplir cinco criterios diferentes: seguridad alimentaria y de la subsistencia; agrobiodiversidad; sistemas de conocimientos locales y tradicionales; culturas, sistemas de valores y organizaciones sociales, y características de los paisajes terrestres y marinos. Además, el lugar debe presentar características únicas que puedan evaluarse como de importancia mundial por su sostenibilidad o demostración de buenas prácticas agrícolas.
¿En qué contexto se creó esta iniciativa? ¿Y por qué es importante este reconocimiento?
Hay muchos sistemas agrícolas únicos en el mundo que han logrado ser sostenibles y que mantienen unas buenas prácticas agrícolas para la conservación y atesorar conocimientos. Por desgracia, la mayoría de estos sistemas agrícolas se enfrentan a una especie de crisis en lo que respecta a su continuidad.
El principal objetivo de SIPAM es establecer un sistema que proteja estas zonas. Tenemos que identificar dónde están y especificar sus características únicas. Así pues, el sistema SIPAM se basa en esta noción de crisis y sugiere que las características agrícolas únicas que poseen estos sistemas no pueden desaparecer.
En un momento en que la agricultura de precisión y de datos está en el centro del debate, ¿no es una contradicción reconocer las técnicas tradicionales?
Realmente, los SIPAM no excluyen este tipo de tecnologías innovadoras. Por el contrario, tratan de incluir las tecnologías más punteras, siempre que mantengan sus elementos originales y tradicionales. Creo que ese tipo de competencia no es posible porque las nuevas tecnologías pueden integrarse en un nuevo tipo de agricultura.
¿Cuál es el papel de los SIPAM en relación con la conservación de la diversidad biológica y cultural?
Una vez designado un SIPAM, lo que se espera es poner en marcha una serie de actividades para promover la conservación del sitio, incluida la protección de la biodiversidad y los valores culturales.
A veces, esas características son ignoradas incluso por los propios agricultores locales. Dando a conocer el valor de los SIPAM, la población local, los políticos, los investigadores y las ONG empiezan a reorientar sus esfuerzos hacia la conservación de esos valores, silenciados durante mucho tiempo. Además, al difundir estas características fuera de la zona del SIPAM, motivamos a los consumidores a comprar productos originarios de esas zonas, así como a visitar los sitios SIPAM. En este sentido, las repercusiones económicas indirectas y a largo plazo también contribuirán a facilitar el mecanismo de conservación.
¿Es posible fomentar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los SIPAM a escala mundial?
Sí, por supuesto; también es muy necesario. La FAO trata de motivar a sitios SIPAM parecidos de distintos lugares a que compartan sus experiencias o emprendan proyectos conjuntos cuando sea posible. Esa es una de nuestras tareas: fomentar la colaboración entre las distintas regiones de los sitios SIPAM con tipos de sistemas agrarios similares.
València (España) y Japón son un buen ejemplo. La fundación valenciana de pescadores podría asociarse con explotaciones pesqueras japonesas y tener un efecto sinérgico, y debatir cómo prevenir la contaminación, así como la forma de mantener la biodiversidad y la ecología de las pesquerías.
¿Cuántos SIPAM potenciales se están estudiando actualmente? ¿Cuál de ellos le ha llamado especialmente la atención?
De momento, estamos debatiendo la designación de unos 16 SIPAM. No puedo dar demasiados detalles, ya que todos se encuentran en distintas fases del proceso de propuesta.
En general, la mayoría pertenecen a países asiáticos, pero me llamó la atención un intento reciente de Alemania, el primero de este país. Se basa en diferentes tipos de actividades agrícolas, de tamaño reducido, conectadas con zonas urbanas. Es decir, conexión de las ciudades con diferentes tipos de agriculturas a pequeña escala. Los estanques piscícolas, los árboles frutales y las producciones orientadas a los cereales se conectan con las ciudades de una forma bastante singular.
Todos los SIPAM son increíbles, pero ¿cuál le parece el más impresionante?
Personalmente, me fascinan los sitios SIPAM de Latinoamérica, como los de Perú, México, Ecuador o Chile. Sobre todo porque ofrecen una gran variedad de agrobiodiversidad, que me parece magnífica.