SIPAM: historias que merecen ser contadas

En algunas partes del mundo, permanecen ocultas fuentes de vida tan perfectas que vale la pena admirar y permitir que evolucionen: los Sistemas Importantes de Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). Tenemos mucho que aprender de ellos, por eso, la FAO se comprometió a recuperar esa sabiduría ancestral y conservarla para asegurar un futuro sostenible. ¿Exploramos las incorporaciones más recientes?
Pasado, presente y futuro
Antes de empezar, repasemos el valor de los SIPAM. Estos lugares singulares preservan importantes tradiciones humanas de sostenibilidad y convivencia en armonía con la naturaleza. Lejos de competir con ella, conviven con la vida silvestre y han demostrado que pueden adaptarse a nuestra realidad cambiante, garantizando seguridad alimentaria y afianzando los medios de subsistencia de sus comunidades. ¿Su secreto? El conocimiento acumulado que se transfiere de generación en generación, la innovación continua y el intercambio con otras comunidades y ecosistemas.
Hoy, estos paisajes impresionantes suman 74 sistemas distribuidos en cinco regiones del planeta. Recientemente, FAO otorgó certificados a 24 de ellos, ¡vamos a verlos!
Comencemos por América Latina y el Caribe, donde se incorporaron cuatro sistemas. El primero que se sumó fue el sistema agrícola tradicional en el sur de Espinhaço Meridional en Minas Gerais, Brasil, por su papel destacado a la hora de proteger la flora autóctona.
En Ecuador, se han agregado al listado:
- La Chakra andina, el centro del desarrollo de la vida material y simbólica de las familias y comunidades kichwas, un espacio de experimentación e intercambio y de conservación in situ de semillas, altamente productivo y propicio para alcanzar la soberanía alimentaria.
- Y la Chakra amazónica, ubicada en la provincia de Napo ofrece múltiples servicios a las poblaciones en un paisaje megadiverso.
México destacó por Ich Kool, Milpa Maya de la Península de Yucatán, con una sustentabilidad comprobada de al menos 3.500 años proporcionando alimento y sustento a los milperos y milperas.
Por otro lado, hoy existen en Europa y Asia Central ocho sistemas de patrimonio agrícola. España acaba de sumar tres:
- El sistema de riego histórico en l’Horta de València, un patrimonio de herencia árabe, que proporciona productos saludables a través de 6.000 explotaciones agrícolas.
- El sistema agrosilvopastoril de las montañas de León, donde conviven agricultura, ganadería, silvicultura, recolección, caza y pesca en un mismo espacio que le da a la zona un gran valor agroecológico.
- El sistema agrícola de olivos milenarios en el territorio de La Sénia, que aloja 5.000 olivos centenarios que hacen de esta comarca un lugar único y ofrece a las comunidades locales numerosas oportunidades para el desarrollo rural, como la recuperación de olivos antiguos abandonados.
Italia, por su parte, fue reconocida por los viñedos tradicionales de Soave, que durante 200 años han favorecido los medios de vida de 3.000 familias; y los olivares en las pendientes entre Asís y Spoleto, donde se cultivan aceitunas desde la época de los etruscos.
¿Viajamos al Norte de África? En Túnez la FAO destacó:
- los Jardines colgantes de Djebba El Olia, Túnez, donde las comunidades locales han transformado el paisaje en tierras fértiles y productivas.
- El sistema agrícola ramli en las lagunas de Ghar El Melh por sus prácticas ingeniosas para cultivar en arena.
Además, Marruecos fue destacada por el sistema agrosilvopastoril basado en el argán en la región de Ait Souab‑Ait Mansour, que se basa en prácticas agroforestales en terrazas de piedra seca muy resistentes al entorno árido; y por los ksour de Figuig por su cultura de oasis.
Asia y el Pacífico, por su parte, alberga 47 sistemas de patrimonio agrícola diseminados por ocho países. Hoy, la mayor cantidad se encuentra en China (18), que acaba de sumar:
- El sistema de bancales de piedra seca de Shexian
- El sistema de cultivo de té tieguanyin de Anxi
- El sistema nómada de pastizales de Ar Horquin, en Mongolia
- El sistema integrado de silvicultura y cultivo de hongos en Qingyuan
Japón sumó el sistema integrado del lago Biwa y su entorno y el sistema de cultivo de fruta en la región de Kyoutou (Yamanashi). Además, la República de Corea fue reconocida por el sistema agrícola tradicional de producción de ginseng en Geumsan, cuyo cultivo es uno de los legados espirituales más valiosos para su cultura; y el sistema agrícola de campos de bambú en Damyang.
Por su parte, Tailandia acaba de incorporar el sistema agroecológico de pastoreo de búfalos en humedales de Thale Noi. Por último, Irán, incorporó dos: el sistema de cultivo de azafrán basado en Qanat, en Gonabad, y el sistema de producción de uva en el valle de Jowzan.
¡Corre a conocerlos más a fondo!
