València, Capital Verde Europea 2024. ¿Qué significa? 

En 2050 el 68% de la población mundial habitará en ciudades. ¿Y tú cómo quieres vivir? ¿en un laberinto de cemento o en armonía con la naturaleza? La elección es nuestra. Y los ciudadanos de València, la Capital Verde Europea 2024, ya lo tienen claro.  

La ciudad más verde  

Tras una convocatoria anual altamente competitiva alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, el Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París, la ciudad ubicada en la costa este de España ha sido distinguida por la Comisión Europea como referente 2024 en materia de sostenibilidad urbana.  

Esta condecoración es muy importante, porque la Capital Verde Europea inspira a otras a mejorar sus prácticas y a avanzar hacia un planeta más sostenible. Brinda a la ciudad seleccionada la oportunidad de mostrar sus mejores prácticas y proyectos ambientales, al tiempo que genera un impacto positivo en la economía local y el turismo, elevando la consciencia ambiental de los residentes y visitantes y promoviendo la sostenibilidad. Y es que, después de todo, no solo es un reconocimiento para València, sino un hito para toda España y un ejemplo inspirador para el resto del mundo. 

Donde la naturaleza y la ciudad hacen sinergias 

En los últimos años, València ha centrado sus esfuerzos en reducir el impacto medioambiental. Históricamente, se encuentra rodeada de una gran huerta milenaria, L´Horta, un espacio que forma parte de su economía y de su idiosincrasia y que se conforma como proveedor directo de productos de proximidad y de temporada.  

A este entorno se le suma el paraje natural de la Albufera, a media hora de la ciudad, un espacio único que alberga especies silvestres y donde todavía se practica la pesca artesanal. Y el paisaje termina de completarse con el jardín lineal más largo de Europa, el Jardín del Turia.  

A este pulmón verde se le suma el capital humano. La ciudadanía adjudica un valor muy importante al agua, el sistema de riego histórico de L´Horta (reconocida por FAO por su valor patrimonial) y el Tribunal de las Aguas son claros ejemplos de ello. Esta antigua entidad jurídica se reúne todos los jueves para mediar sobre los conflictos que surgen a raíz de las ocho acequias que nutren los campos de València y como un recordatorio vivo de que el estrés hídrico es una realidad.  

Asimismo, la ciudad mediterránea cuenta con la Tira de Contar, un sistema que permite acercar a más personas un producto autóctono y de proximidad. Para los valencianos no es únicamente un medio para que las personas productoras vendan su alimento, sino que a la vez es sinónimo de dignidad, trabajo duro, valores y amor por la tierra.  

Hay más, València también: 

  • fomenta la autogeneración energética con energías renovables 
  • Tiene un compromiso firme por reducir las emisiones de carbono en el sector alimentario, promoviendo el consumo de alimento de proximidad, como el tomate valenciano y las especies de pescado autóctonas 
  • impulsa proyectos como Sustentable, la primera guía de excelencia gastronómica valenciana que tiene en cuenta la sostenibilidad de los alimentos 
  • lucha contra el desperdicio alimentario 
  • ajardina sus grandes avenidas y los parques de la ciudad  
  • trabaja para reducir el impacto ambiental del sector turístico, ofreciendo alternativas cada vez más amigables con el planeta y atrayendo turistas con consciencia ambiental 

Además de ayudar al planeta, el resultado más evidente es que estas condiciones mejoran muchísimo la calidad de vida de las personas. De hecho, el 90% de ellas vive al menos a 300 metros de una zona urbana verde. Además, es posible disfrutar de una red de 160 kilómetros de carril de bicicleta que recorre la ciudad para promover la salud de la ciudadanía y ayudar a reducir las emisiones de CO2. 

Como ves, cuando economía y sostenibilidad van de la mano creamos zonas urbanas sanas para todas las personas. ¿Qué prácticas sostenibles ha adoptado tu ciudad?